Camila Rojas Colina, actriz, ganadora de Fondart 2016, realizará una Residencia Artística en donde llevará a cabo la creación de su próximo montaje “LaMujerMinera”, obra Teatral que tiene como objetivo fomentar la participación de la mujer en el rubro minero.
En etapa de Investigación se encuentra la actriz Chuquicamatina y ganadora de una Residencia Artística en Double Edge Theatre, EE.UU, FONDART, Convocatoria 2016.
Gracias a su trabajo como Coach Ontológica en distintas faenas mineras, Camila Rojas Colina conoció la realidad de las mujeres trabajadoras de la minería. Primero, partió realizando talleres de “Juego Teatral” a grupos de trabajadores del rubro minero con el fin de trabajar la confianza, el liderazgo y el trabajo en equipo. “En estos talleres hacíamos los mismos juegos y ejercicios que hacen los actores con el fin de promover la autoconfianza y trabajar la expresión a la hora de comunicarse. Había también mucho Juego, que es muy importante para unirse como equipo, el juego siempre es una actividad sanadora para un equipo en disputa o con quiebres” – Cuenta la Actriz y Coach Ontológica. Por lo que luego, su trabajo se fue movilizando hasta llegar a trabajar en faena, donde por primera vez observó de cerca una mujer conducir un camión y manejar una máquina perforadora. Después de tres años de haber entrado en contacto con faenas mineras, Camila decidió generar un proyecto teatral con el fin de realizar un rescate cultural e identitario de la vida de la mujer en la Minería. “Es tiempo de que la historia incluya a la Mujer Minera como una mujer que ha marcado un hito en la historia. Y para mi, una forma de hacer esto es través del Teatro porque ¿Qué mejor historia que la de una mujer que ha vencido mitos y supersticiones? Ésta mujer nos ha demostrado que es posible derribar juicios culturales, entrar a un mundo que estaba sólo destinado a los hombres y lo mejor… Que la mujer no da mala suerte ni hace que la mina se ponga celosa.”
– ¿Cómo fue para ti conocer el mundo minero de cerca?
Impresionante. No es lo mismo trabajar en la ciudad con los mismos trabajadores, que verlos en terreno, como realmente funcionan las cosas. Yo provengo de una familia minera y pasé toda mi infancia en el Campamento Minero de Chuquicamata, por lo que de cierta forma estaba más familiarizada. Pero creo que para cualquier mujer que entra a un mundo de hombres por primera vez, es complejo. Y para mí lo fue. Tuve que aprender a ser muy tolerante y a la vez muy valiente. Se necesita otra energía para trabajar con hombres mineros, hay que ser muy práctica, resolutiva, muy segura de sí misma. Y a la vez hay que ser muy mujer, no hay que masculinizarse, hay muchas mujeres que piensan que deben ser más masculinas pero eso es entrar a competir con los hombres. Nosotras no necesitamos entrar a competir con nadie, somos un complemento a la actividad minera, no una amenaza.
– En este momento te encuentras en etapa de investigación para tu obra recorriendo varias mineras y entrevistando a distintas mujeres del rubro ¿Es así?
Es así. Me encuentro recorriendo distintas mineras a lo largo de Chile, entrevistando a las mujeres en terreno. La recepción ha sido maravillosa, a las mujeres les encanta que recojan sus historias, que las valoren en su rubro. Al principio comienzan tímidas pero luego entienden que esto es un espacio dedicado a ellas, por lo que entran en confianza y comienzan a contar sus historias, a veces con una gran sonrisa y otras veces entre lágrimas.
– ¿Alguna historia que nos puedas contar?
Puedo decir que un punto en común entre todas es la familia. Las ganas de entregarle a sus hijos una mejor vida y darles la libertad para cumplir sus sueños. Por ejemplo, la mujer operadora que es la que trabaja manejando el camión en la mina o alguna otra maquinaria pesada, es una mujer que en muchos casos comienza como dueña de casa o haciendo trabajos estacionales, y de un día para otro decide intentarlo en minería, con miedo e incertidumbre comienza a dar sus primeros pasos para entrar en el rubro, pero siempre motivada por una fuerza inmensa: Los hijos. Si algo he aprendido de la Mujer Minera es que es una mujer que es capaz de hacer lo imposible por sus hijos. Y digo lo imposible porque de todas las que he entrevistado, casi el 100% me dice que jamás se hubiera imaginado que era capaz de manejar ese inmenso camión o trabajar en la mina. Pero la fuerza de la familia es una fuerza que va más allá de ellas y las moviliza a romper barreras culturales y entrar en ese mundo, que a pesar de los años, sigue siendo de hombres. También está la que siempre de niña jugó con autos y le gustaban los camiones, y los papás le decían que era una niñita, que las niñitas no jugaban esos juegos de hombres. Y míralas ahora, encima del camión conquistando de a poco el mundo minero. ¡Hemos avanzado harto!
– ¿Qué es lo que te ha llamado más la atención de las conversaciones con ellas?
Me parece curioso e interesante que la mayoría sean mujeres sin pareja. Muchas me han dicho “es que hay que ser muy macho para estar con una mujer minera, para aguantarle los turnos, el contacto constante con los hombres, la forma de vida en general” Y me han mencionado que es mejor estar solas porque así nadie las controla ni las molesta. Y ahí yo me hago la pregunta ¿Qué pasa con el hombre chileno? ¿Qué hace que suceda esto? Pareciera que las mujeres hemos ido avanzando y conquistando de a poco distintas áreas, pero no hemos conseguido más apoyo, sino que seguimos supliendo roles femeninos y masculinos, de papá y de mamá. Y creo que eso es una reflexión que debemos seguir haciéndonos. Porque al parecer nos estamos desarrollando cada vez más personal y profesionalmente, pero a la vez, no tenemos más apoyo en nuestros roles.
– ¿Qué más puedes contarnos de tu proyecto?
Bueno, este un proyecto financiando por el fondo de desarrollo de la Cultura y las Artes, patrocinado por el SERNAM y el Consejo Regional de Cultura de la Región de Antofagasta, sede del proyecto. Ahora lo que sigue es un par de semanas más de investigación en distintas mineras y luego con todo ese material me voy a Double Edge Theatre, una Compañía de Teatro en Estados Unidos con la que he trabajado en el último tiempo, ellos dirigirán mi montaje y de esa forma se creará una mezcla interesante: Una temática netamente chilena con la dirección de una Compañía extranjera. De todas maneras será un montaje novedoso. ¡No se lo pierdan!