La agencia calificadora dijo que las mineras y detallistas enfrentarán un entorno más difícil en medio del menor crecimiento y los bajos precios de los commodities.
La calidad crediticia corporativa de Chile (Aa3 estable) permanecerá estable hasta finales de 2017 debido a que el fuerte marco institucional y el sólido sistema financiero deberán mantener disponible el financiamiento local para las compañías, apunta Moody’s Investors Service en un nuevo reporte. Los corporativos con fuerte calidad crediticia tendrán buen acceso a los mercados financieros internacionales de ahora y hasta finales de 2017.
Al mes de julio, ocho de las 14 compañías chilenas calificadas por Moody’s tienen perspectiva estable mientras que cinco tienen perspectiva negativa. Las perspectivas negativas reflejan las condiciones específicas de cada compañía, tales como liquidez apretada, expansiones financiadas con deuda, o la demanda más débil de los commodities, y no el entorno macroeconómico de Chile.
Las mineras y detallistas enfrentarán un entorno más difícil en medio del menor crecimiento y los bajos precios de los commodities. Se estima que la economía crecerá tan solo 1.5%-2.0% en 2016-17, debido a los menores precios de los commodities y una disminución de la confianza de negocios que ha erosionado las inversiones.
“La economía chilena depende fuertemente de los commodities, que representan alrededor de 50% de las exportaciones, principalmente cobre”, indica Verónica Améndola, una Vice-President de Moody’s. “Aunque la contribución del sector minero para las exportaciones ha bajado en años recientes, todavía recalca la dependencia económica de Chile en un solo producto”.
Mientras la minería contribuye tan solo un 10% al producto interno bruto de Chile, los esfuerzos del país para integrarse a los mercados globales con distintos tratados de libre comercio así como el mecanismo de ahorro fiscal y otros acuerdos institucionales, generan una fuerte protección contra choques internos.
Moody’s señala que la industria detallista experimentará un gasto de consumo más débil durante 2016-19. Para aquellas compañías que venden bienes importados tales como electrodomésticos y automóviles, la devaluación de la moneda representa un riesgo particular. Sin embargo, algunos minoristas que generan la mayoría de sus ingresos en el mercado local y tienen distintas exposiciones a costos o deuda denominada en dólares estadounidenses, reducen su riesgo con coberturas cambiarias. Las compañías de telecomunicaciones lograrán poco crecimiento de sus ingresos debido a la fuerte competencia.
En cuanto a otros segmentos corporativos, la debilidad de los precios del cobre y la disminución de grados minerales limitará los flujos de efectivo y afectará el desempeño financiero de los productores de cobre durante 2016-17. Además, la nueva oferta y el suave crecimiento regional generan volatilidad para productos forestales y de papel.
Fuente: Pulso