En su última asamblea, los trabajadores en huelga de Minera Escondida determinaron no aceptar la invitación de la empresa para sostener una reunión para tratar de retomar las conversaciones y resolver el conflicto que mantiene paralizada la producción de la mina de cobre más grande del mundo por 35 días.
La reunión terminó con la quema de la carta en que la empresa proponía sostener una conversación «cara a cara» esta jornada de martes a las 15:00 horas. Según lo señalado desde el Sindicato N° 1 de la Escondida, dicha carta habría presentado «una serie de inconsistencias y faltas a la verdad sobre la real condición de la última oferta».
Carlos Allendes, el vocero del sindicato, indicó que la empresa «nuevamente salió con los mismos argumentos de siempre, la verborrea, entonces -en definitiva- con las bases determinamos que no vamos a asistir a esa reunión. Primero vamos a estar 60 días y estamos dispuestos a estar 90 días si es necesario. Si hay que estar ahí, vamos a estar«.
Y agregó que «falta gravemente a la verdad la compañía, al señalar que no pretende afectar los tiempos de descanso. Los trabajadores se presentan en la actualidad 15 o 20 minutos antes del inicio del turno para su traslado, y la última oferta exige que se haga en 40 minutos antes, mismo tiempo para retornar al campamento después de terminada la jornada».
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