El Vicepresidente ejecutivo de la Comisión Chilena del Cobre, Sergio Hernández, informó sobre el alza de la proyección del precio del cobre para 2018, el que alcanzará los US$3,06. Esto en el marco de la entrega a conocer las principales conclusiones del Informe de Tendencias del Mercado Internacional del Cobre correspondiente al cuarto trimestre de 2017, que contiene, además de las proyecciones de la Institución sobre precio del cobre, la demanda y oferta del metal para los años 2018 y 2019.
En la ocasión Hernández señaló que esta proyección es superior a los US$ 2,95 la libra que la Institución pronosticara en su informe anterior. Agregó que para el año 2019 se estima que el precio promediará a US$ 3,11 la libra.
Además explicó que esta alza en la proyección se debe, fundamentalmente, a que existe la percepción de vulnerabilidad de la oferta de cobre durante 2018 debido al elevado número de operaciones mineras en Chile y Perú que deben desarrollar procesos de negociaciones colectivas. Agregó que a esto se suma la expectativa que podría producirse un déficit de cobre en el mercado dadas las recientes medidas implementadas en China de imponer restricciones a la importación de cierto tipo de chatarra de cobre y limitar temporalmente la operación de algunas fundiciones por razones ambientales.
“Esta situación, además, se caracteriza por la fuerte exposición del cobre por parte de fondos de inversión y coberturas que han elevado la volatilidad del precio, y expectativas que se mantenga la tendencia de depreciación del dólar estadounidense”, explicó el Vicepresidente Ejecutivo.
Añadió que considerando las condiciones de oferta y demanda se prevé un déficit de cobre refinado de 175 mil toneladas para 2018 y de 97 mil toneladas para el año 2019. “Estos volúmenes de déficit representan entre 4 y 2 días de consumo global, es decir, mercados técnicamente en equilibrio. Los inventarios globales se situarían por debajo del promedio de 2017 y la disponibilidad de chatarra se reducirá a pesar que el precio del metal permanecerá alto”, precisó Hernández.
“Los balances del mercado de cobre refinado proyectados para 2018 y 2019 están basados en una tasa de interrupción de producción de 5%, que se considera normal. Sin embargo, dado el alto volumen de producción que potencialmente podría ser afectado por las negociaciones entre compañías y trabajadores en Chile y Perú podrían implicar un alza en la tasa de interrupciones de producción, limitando la oferta como aconteció en 2017”, acotó.
Respecto a la demanda y producción de cobre, el Vicepresidente Ejecutivo señaló que, en este escenario, el crecimiento de la demanda de cobre de China se mantendría en 2% anual, considerando la desaceleración estructural de su economía que pasaría de 6,8% en 2017 a 6,4% en 2018, para situarse en 6,3% en 2019, de acuerdo con antecedentes del Banco Mundial. De esta manera la demanda de cobre de China llegaría a 12,1 millones de toneladas en 2018 y a 12,3 millones de toneladas en 2019.
Agregó que el mundo (excluido China) expandiría la demanda de cobre en 1,5% y 1,8% en los años 2018 y 2019, respectivamente. Esto por la recuperación del consumo de cobre en Europa, Estados Unidos e India.
En el ámbito nacional, la producción chilena de cobre de 2017 se situaría en 5,47 millones toneladas con una baja de 1,5% respecto del año previo, principalmente influenciada por la caída en la producción de Minera Escondida. En 2018 la producción chilena de cobre se expandiría 4,9%, situándose en 5,74 millones toneladas asumiendo que Minera Escondida recupera sus niveles de producción. En tanto la proyección para 2019 anticipa una producción de 5,91 millones de toneladas.
En tanto, el Director de Estudios y Políticas Públicas de Cochilco, Jorge Cantallopts se refirió a los factores de riesgos a la baja. “El cambio en la tasa de interés en Estados Unidos podría ser uno de los riesgos. Hoy hemos visto a diversas consultoras que están haciendo distintos rangos de producción. Nosotros hemos mantenido una metodología que está basada en los fundamentos de mercado, los que nos dan las proyecciones que estamos presentando hoy”.
Cantallopts, dijo que sin embargo existen riesgos. “Son riesgos de proyección, algunos son positivos desde el punto de vista de los resultados. Si el precio sube por efecto de mayores problemas en la oferta, vamos a tener un precio más alto y es riesgo de proyección, pero es una buena noticia para el país, en la medida que esas paralizaciones no sean significativas para el país”.
Sobre los riesgos de caída indicó que básicamente tiene que ver con lo que va a pasar con el dólar. “Vemos un dólar que hoy está bajo a nivel mundial y estas alzas de tasas podrían generar una revalorización del dólar y un impacto negativo en los commodities”, precisó.
COSTOS Y COMPETITIVIDAD
AreaMinera le consultó al Vicepresidente Ejecutivo de Cochilco por la relación alza de costos en la minería y el alza del precio del cobre, al respecto dijo que “el alza del precio genera presiones, presiones de remuneraciones, de negociaciones colectivas, que hay muchas este año, también de proveedores y consultores de la minería. Creemos que las compañías han aprendido de ciclo de precios altos anteriores y los costos se dispararon significativamente. Todavía hay una cierta capacidad ociosa en los proveedores de la minería y consultores que pueden frenar estas presiones. Pero sin duda que toda alza de precio genera un aumento de costos unitarios”.
Agregó que cree que las compañías, ante la experiencia anterior van a saber manejar esta situación que se va a producir pero que sería menor que la vista en épocas pasadas.
Sobre la competitividad del sector minero y los elementos externos como comunidades, Hernández dijo que puede afectar la materialización en el tiempo que las Cartas Gant tienen asignadas para la materialización de las inversiones, lo que es negativo desde el punto de vista del nivel de inversión, pero es positiva desde el punto de vista de las proyecciones de la producción, ya que se verían beneficiados por un mayor precio.
“El fenómeno de las comunidades es mundial y lo vemos con cierta preocupación porque todavía no se ha logrado una afinidad completa entre lo previo que debe haber entre las comunidades y los nuevos proyectos y la reacción positiva de las comunidades. Pero vamos en camino a eso. Tanto las autoridades nacionales, Perú, Chile y otros países mineros, como los agentes productivos están anticipando la relación con las comunidades y eso promete que vamos a tener un futuro un poco más tranquilo, pero no se produce eso”, dijo.
Agregó que cree que hay dos componentes que son muy entendibles como la mayor conciencia de las comunidades de que los recursos naturales les pertenecen porque forman parte de la tierra. “La tierra como elemento de nacionalidad, es una cosa muy sensible; más aún las comunidades que están cerca de los proyectos, pero también es cierto, que un recurso natural que existe y que va deteriorando el patrimonio cuando se explotan, pero si no se hace no genera inversión para nadie, lo que da pie a algo que hemos insistido bastante tiempo en Cochilco, que no es solo conveniencia desde punto de vista país y de producción, sino que desde el punto de vista de la justicia regional, que es destinar más recursos del royalty a las regiones mineras”, argumentó.
Otro tema que le consultamos es cómo influye en la baja competitividad la cantidad de permisos que un proyecto debe cumplir para comenzar a desarrollar, sobre lo que indicó que es un tema que el Estado debe preocuparse y lograr hacer más expedito.
“Creo que no se ha hecho un análisis detallado de cada uno de los permisos que se requieren, hay que ver si se puede hacer varias ventanillas. También se podría poner un agente de Estado por cada proyecto, para ir coordinando los permisos, me parece que es muy importante. Debiéramos simplificarlo. Hay tarea por cumplir”, afirmó.
Fuente: Aminera