Ya sea en la radio, en la televisión, del boca a boca en el barrio, de un comentario perdido en algún bar, o simplemente navegando por internet todos hemos oído hablar alguna vez de una de las más grandes fiestas musicales del mundo: el Festival de Viña del Mar. Ya adentrados en su fecha y conociendo qué artistas se presentarán en la localidad costera de Chile, es necesario tener al menos un conocimiento básico de su historia.
Desde hace mucho tiempo existe una famosa feria apostada todos los veranos en los jardines de la Quinta Vergara, en Viña del Mar. Fue su alcalde, Gustavo Lorca, quien tuvo la idea de acompañar esa feria con una humilde banda musical en el año 1959, idea que terminó por convertirse en un evento reconocido mundialmente.
Poco a poco fue creciendo, llamando la atención de músicos cada vez con mayor renombre. Unos años después comenzó a ser televisado en la capital chilena y otras localidades, y terminó por construirse en el parque un anfiteatro sencillo y rural con apenas unas sillas que no alcanzaban para todos los espectadores. Años después, el anfiteatro sería remodelado como para recibir a más de 15.000 personas.
En 1971 fue cuando el Festival explotó popularmente al ser transmitido por la Televisión Nacional de Chile a casi toda la nación comenzando una etapa que hasta hoy sigue vigente: la época dorada, en la cual los hoteles en Viña del Mar rebalsaban y la televisión batía records de audiencia. Aunque el oro no se oxida, desgraciadamente sí existió una mancha sobre el manto vivo del festival. Fue durante 1973, cuando el gobierno nacional fue derrocado por los militares suspendiéndose el certamen de folklore en 1974. De todas maneras la primera emisión a casi toda Sudamérica y Centroamérica fue también en el mismo año.
Frente a toda adversidad, no solo durante la dictadura de Augusto Pinochet, sino también al enfrentar la aparición de la TV por cable en los ‘90, el Festival Internacional de la Canción Viña del Mar permanece como el mayor emblema musical de toda América.