Chile comparte sus prácticas mineras con la industria peruana

El Perú a nivel transversal está manifestando su preocupación por la oportunidad de concretar las inversiones mineras. Su cartera de proyectos actual se alza a los US$58.000 millones, no obstante, tanto los actores públicos como los privados se encuentran en un proceso de concretar amplios consensos que permitan luchar contra las recientes reticencias a la actividad y enfrentar la corrupción que socava la institucionalidad local. De hecho, fue el propio Presidente Martín Vizcarra quien en la inauguración de Expomina Perú 2018 declaró: “Si queremos ser un país desarrollado, todos debemos luchar contra la corrupción, debemos hacer reformas estructurales”, concluyó.

Parte importante de esta nueva visión apunta a conocer las prácticas de otros países y en esta ocasión, el “invitado de honor” a Expomina Perú ha sido Chile.

Y el Foro Políticas Públicas en Minería 2018-2021 realizado este jueves contó con dos representantes chilenos para compartir sus visiones con el público local.

El ministro de Minería, Baldo Prokurica, abrió el foro señalando que la minería une a Chile y Perú e indicó que ambos, como productores de cobre, suman casi el 40% de la producción mundial, lo cual de por sí los transforma en socios estratégicos.

En el caso chileno, la autoridad resaltó los factores que han dado estabilidad a la inversión minera: marco jurídico estable, reglas claras y garantías para la inversión, sólida y madura democracia, y asociación a la OCDE.

Y también destacó al capital humano: “En Chile tenemos excelentes técnicos y profesionales de la minería que han sido capaces de desarrollar proyectos emblemáticos y de gran envergadura como Chiquicamata, El Teniente o Escondida, que actualmente es la mina de cobre más grande del mundo”.

Aunque la autoridad puso de relieve las barreras que enfrenta hoy la actividad, mencionando en primer lugar la escasez de agua y energía, la relación con las comunidades, las leyes decrecientes de minerales o una mayor producción de relaves que, estimó, alcanzarían los 1,5 millones de toneladas diarias.

Asimismo, puso especial atención en los dos proyectos de ley que abordan el tema de los glaciares. “En Chile, una eventual ley de glaciares podría dificultar el normal funcionamiento de varios proyectos de la gran minería y afectar la generación de empleo”. Al respecto, añadió que “de aprobarse las leyes de glaciares, el 20% de la minería en Chile se vería afectada. Hemos armado mesas técnicas para ver qué se puede hacer”.

Francisco Carvajal, vicepresidente ejecutivo de Operaciones de Minera Collahuasi, analizó cómo la inversión masiva se concretó en la minería en los ’90 gracias a la confianza empresarial, y el país pasó de un millón de toneladas de cobre a producir cinco millones.

Indicó que los desafíos cambian y que, en la actualidad, “el punto común que nos permitirá empujar el desarrollo pareciera técnico, pero es mucho más profundo: es la productividad, que es un flagelo en el caso nuestro en los últimos 10 años, producto de la euforia que vivimos en los precios del cobre”.

El VP de Collahuasi comentó que a nivel país, se aumentó en 78% el gasto en mano de obra “y gastamos más energía, nos preocupamos de aumentar el crecimiento sin contener los costos, que es algo que debiéramos revisar”.
Carvajal puntualizó que actualmente la industria está trabajando sobre cuatro ejes:
• Educación, para desarrollar mejor las competencias
• Regulación laboral, para dar especial atención a las particularidades de la minería, como el sistema de turnos
• Institucionalidad minera, esto es, mantener las reglas del juego
• Innovación, como palanca final que mueve esta productividad a un salto más cuántico

“Nuestro desafío es conectar productividad con el desarrollo de la comunidad y las empresas. La solución a la productividad tiene que ver con una conexión entre el mundo público y privado”, concluyó.

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