Luego de más de dos años de tramitación en el Congreso, ayer se aprobó en su último trámite el proyecto de Ley de Eficiencia Energética, que tiene por objetivo hacer un uso racional y eficiente de los recursos y que abarca prácticamente todos los consumos energéticos del país: transporte; industria y minería; y sector residencial, público y comercial.
Con esta iniciativa, el Ministerio de Energía elaborará un Plan Nacional de Eficiencia Energética cada 5 años y se establece que el primer programa deberá contemplar una meta de reducción de intensidad energética de al menos un 10% al 2030, respecto al año 2019. Además debe contemplar una meta para los consumidores con capacidad de gestión de energía de al menos un 4% en el período de vigencia del plan.
Respecto de los beneficios a mediano plazo, el biministro de Energía y Minería, Juan Carlos Jobet, aseguró que de aplicarse adecuadamente las medidas contempladas en la ley al 2030 “tendremos una reducción de intensidad energética del 10%, un ahorro acumulado de US$ 15.200 millones y una reducción de 28,6 millones toneladas de CO2. Esto equivale a evitar el recorrido anual de 15,8 millones de vehículos livianos o a la absorción anual de 1,8 millones de hectáreas de bosque nativo”.
La Asociación Nacional Automotriz de Chile (Anac) hizo sus reparos a la nueva normativa, alertando que la ley facultará la fijación de multas por incumplimiento de los estándares de eficiencia energética para el parque de vehículos nuevos, cuyos responsables del pago serán los representantes e importadores de cada marca.
Dichas multas, al ser medibles en “kilómetros por litro de gasolina equivalente” y multiplicarse por la totalidad de ventas anuales, podrían producir efectos discriminatorios o traducirse en la prohibición del ingreso de vehículos de orígenes específicos (en especial para los orígenes con mayor volumen de comercialización), afectando la aplicación de los tratados internacionales ratificados por Chile, que hoy permiten importar vehículos desde más de 28 procedencias, dijeron desde el gremio.
Fuente: El Mercurio