En el marco de la incertidumbre a nivel económico que se vive en todo el mundo, los países de América Latina y el Caribe se ven obligados a fortalecer sus actividades locales, apostando a un incremento en los ingresos y en el consumo. Chile no está ajeno a esta dinámica global, marcada por la recuperación luego de la crisis por la pandemia del Covid 19 y el sismo que significó la guerra entre Rusia y Ucrania, iniciada en febrero del año pasado.
La necesidad de generar divisas que permitan sostener los volúmenes de producción en el país obliga a poner el foco en los sectores más estrechamente vinculados a la economía internacional. Entre estos se encuentran, por nombrar solo algunos, la exportación de materia prima, como minerales, carbón, litio, y el turismo. Esta última es una actividad que se vio fuertemente impulsada luego de las restricciones sanitarias que iniciaron en el 2020, siendo un estímulo necesario para inversores, empleadores y trabajadores del sector.
Chile tiene la suerte de ser un país que mantiene durante todo el año un flujo turístico importante. Dado las playas y costas, los atractivos que despierta el desierto, los paisajes del sur, las actividades deportivas invernales, la cordillera de los Andes, entre otros destinos que florecen a lo ancho y a lo largo del país, la llegada de viajeros de todas partes del mundo se convierte en una de las actividades económicas más importante de Chile, tal como sucede con otros países de la región.
El turismo es un sector que genera empleos tanto directos como indirectos. Al comenzar a moverse su rueda, son distintos rubros los que se ven beneficiados. No solo los centros turísticos, los hoteles y restaurantes se ven beneficiados, sino también los comercios, productores y proveedores, que ajustan sus productos a la demanda de temporada y aprovechan las corrientes de viajeros que se acercan a disfrutar los atractivos del país.
Durante el invierno, por ejemplo, la demanda de artículos vinculados a deportes invernales como el ski y el snowboard, permite a los productores y comerciantes presentar nuevas líneas y diseños que permitan satisfacer esa necesidad de compra de los turistas. Productos como antiparras, gorros, bufandas, camperas, botas, entre otros, son comercializados con más fuerza durante los meses más fríos del año aprovechando el dinamismo que produce el sector turístico en el país.
La nieve, el oro blanco de Chile
A lo largo de la temporada invernal, uno de los mayores atractivos turísticos son las actividades en la nieve. Esto despierta no solo una mayor demanda de alojamiento cerca de los centros de sky, sino también una mayor comercialización de productos vinculados a esta actividad. Un ejemplo claro son lentes antiparras.
Las antiparras nieve son un elemento más que necesario para quienes realizan sky o snowboard. Incluso para quienes únicamente disfrutan de hacer caminatas por el medio de los cerros durante las épocas donde la acumulación del hielo vuelve a sus picos únicos, sumamente bellos.
Las antiparras ski protegen a los ojos no solo del frío, sino también del reflejo del sol sobre la nieve. Aunque resulte en algún punto contradictorio, el sol, al reflejarse contra la nieve, genera una luz y un calor del cual uno debe protegerse. Y esto implica no solo utilizar protector solar, sino también gafas que te permitan frenar el efecto nocivo del sol sobre los ojos.
A su vez, las antiparras moto permiten frenar el impacto del viento sobre los ojos, fundamental para quienes se mueven a grandes velocidades sobre la nieve.
Por esta razón, las antiparras mtb se vuelven un producto sumamente solicitado durante esta época del año. No deberás verte sorprendido si, al recorrer las distintas tiendas de una ciudad turística, encuentras un sinfín de diseños y marcas de este artículo.
Unas antiparras motocross, como dijimos, es un producto más que necesario para cualquiera que desee visitar la nieve durante la próxima temporada invernal. Pero no es el único. La necesidad de contar con un equipo acorde despierta el interés de los comerciantes en poder ofrecer toda una gama de productos que permita a los turistas disfrutar de su viaje.
Entre estos productos, otra prenda a destacar es la parka snowboard.
La industria textil, impulsada por el invierno
Al igual que las antiparras, una parka maui snowboard se convierte, durante los meses más fríos del año, en un objeto necesario para la actividad turística. La mayor potencial demanda obliga a los productores y comerciantes locales a satisfacer una necesidad más que clara para quienes lleguen a nuestro país con la intención de conocer la nieve y nuestros cerros.
Una chaqueta snowboard es un elemento fundamental para la vestimenta invernal. La gran cantidad de diseños, marcas y estilos hace posible que cualquier persona, más allá de su género, edad y gusto, pueda elegir una que se ajuste a sus preferencias. Además, dado que ofrece protección contra el frío, viento y humedad, esta prenda de vestir contará siempre con compradores que precisen resguardarse de las bajas temperaturas de forma segura y eficiente.
Nadie quiere enfermarse durante sus vacaciones. Un simple resfrío o dolor de cabeza puede forzar a cualquiera a quedarse unos días en cama, y sabemos que nadie que se encuentra en un nuevo país o destino desea desperdiciar su tiempo recostado, sin nada para hacer. Por eso una chaqueta burton snowboard se vuelve un aliado fundamental de la actividad turística.
La parka snowboard Chile se convierte, durante estos meses, en un producto local con alta demanda, lo que lo vuelve sumamente rentable y positivo para el funcionamiento económico del país.
Elaborar estrategias comerciales que logren mantener la competitividad de las marcas locales por sobre productos de otros países, como suele suceder en otras actividades económicas con fuerte vínculo con el comercio exterior, como la minería, se vuelve una necesidad a cumplir por el sector gubernamental, empresario y trabajador de Chile.
Aprovechar las ventajas comparativas que ofrece económicamente nuestro país es una meta a revalorizar en el actual contexto mundial volátil e incierto.